“Mejor prevenir que curar”. Esta expresión la gastamos en nuestro día a día y tiene mucha relación con la sostenibilidad. Evitar un envase de plástico es mucho más sencillo que reciclarlo o darle una segunda vida. Y esta misma lógica la podemos aplicar a otras acciones para evitar la contaminación.
Apostar por el transporte público o movernos a pie en lugar del coche evita expulsar una cantidad enorme de gases contaminantes a la atmósfera.
Comprar productos de proximidad en las tiendas de Enguera puede ayudar también a reducir la contaminación. Los productos de proximidad no necesitan grandes transportes ni embalajes. Por tanto, son mucho más ecológicos. Consumir productos ecológicos es el siguiente paso. Para su producción, se utilizan fertilizantes ecológicos y son mucho más respetuosos con el medioambiente.
Reduce el plástico. Cuando vayas a comprar, lleva tus propias bolsas de casa. Mucho mejor si son de tela o de otro material resistente. Si compras en tiendas de proximidad como carnicerías, pescaderías o fruterías de tu municipio puedes llevar tus propios envases como tuppers o recipientes de cristal y pedir que te lo pongan ahí para llevarlo a casa.
Evita ruidos fuertes innecesarios. La contaminación acústica es un problema importante en nuestros pueblos y ciudades. Sé respetuoso con el descanso de tus vecinos y vecinas y no hagas ruido en horas destinadas al descanso. Esto mejorará además la relación con los demás y ayudará a construir una sociedad más sana y amable.
Recuerda que el aceite no se debe tirar por el desagüe. El aceite de cocina usado puede contaminar el agua si lo tiramos a por las cañerías. Reutiliza el aceite y, cuando no vayas a utilizarlo más, guárdalo en un recipiente hasta que puedas acercarte a un contenedor naranja.