Los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) son 17 objetivos que los países miembros de la ONU trazaron en el año 2015 para cumplir mundialmente en el año 2030. Por eso, también conocemos los ODS como la Agenda 2030. Estos 17 objetivos se componen de 169 metas específicas y pueden agruparse en cinco grandes grupos: personas, planeta, prosperidad, alianzas y paz.
Ya sabemos qué es el desarrollo sostenible: la voluntad de avanzar socialmente sin comprometer el futuro del planeta. Estos objetivos trazan las políticas y las acciones concretas que debemos seguir para conseguir que el desarrollo sostenible sea una realidad. Nosotros y nosotras, desde Enguera, también podemos contribuir al cumplimiento de los ODS. Está claro que hay acciones que se escapan de nuestra capacidad de acción, porque tienen que ver con los gobiernos y con las grandes empresas. Pero es importante que tengamos en cuenta que cada gesto, por pequeño que sea, nos acerca a la sostenibilidad.
Nosotros y nosotras, desde Enguera, también podemos contribuir al cumplimiento de los ODS. Está claro que hay acciones que se escapan de nuestra capacidad de acción, porque tienen que ver con los gobiernos y con las grandes empresas. Pero es importante que tengamos en cuenta que cada gesto, por pequeño que sea, nos acerca a la sostenibilidad.
¿Qué puedo hacer para ayudar a cumplir los ODS?
A continuación, te dejamos un listado con algunas acciones concretas que todos y todas podemos hacer desde nuestras casas para ser más sostenibles y contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Todas ellas implican un esfuerzo por nuestra parte, pero el esfuerzo vale la pena cuando el resultado es dejar a los que vienen después un mundo más igualitario, más limpio y más próspero.
Reduce plásticos y envases no reutilizables. Llevar una bolsa de compra reutilizable en el bolso o en el maletero del coche nos evita comprar una bolsa de plástico cada vez que entramos a un comercio. Si queremos ir más allá, podemos acercarnos a la panadería, a la charcutería, a la carnicería o a la pescadería con nuestros propios envases. Las frutas y verduras tienen su propio envase natural: su piel, que podemos lavar o quitar antes de consumir. Así que no es necesario utilizar bolsas de plástico para transportarlas desde el comercio a casa.
Reduce el desperdicio de comida. Pensar en un menú semanal de comidas y cenas y hacer una buena lista de la compra nos ahorra tiempo y evita que compremos más comida de la que vayamos a necesitar.
Aprovecha bien los recursos. Hay dos acciones muy sencillas que podemos hacer e inculcar a los niños y niñas desde pequeños que nos ayudan a aprovechar mejor el agua y la energía y, en consecuencia, a ahorrar en las facturas. Cerrar los grifos cuando no los estemos utilizando y apagar las luces cuando salgamos de una habitación. Hay muchos más consejos para reducir el consumo y próximamente os los explicaremos en profundidad, pero podemos empezar por estos dos.
Evita el consumo de combustible y apuesta por la movilidad sostenible. Sabemos que a veces es indispensable utilizar el coche. Pero no siempre. Movernos en este medio de transporte contamina y empeora la salud del entorno. Elige la bicicleta, moverte dando un paseo, el transporte público o el coche compartido siempre que puedas. Tu salud y el planeta te lo agradecerán.
Separa los residuos en casa. Separar correctamente los diferentes residuos que generamos en el hogar es el primer paso para poder reciclarlos y que se conviertan en nuevas materias para producir nuevos productos. En este portal de sostenibilidad puedes encontrar una guía para saber qué tirar a cada contenedor.